Ahh la ducha... Atemporal momento en el que el agua caliente que cae te relaja a sobremanera... Pero vaya mierda es cuando al salir coges la toalla y te ocurre como a mi persona le acaba de pasar hoy. ¡Odio la toallas húmedas! Y no, no digo "húmedas" de mojadas, sino con humedad, con olor a humedad pasada que suele quedarse cuando en lugar de dejar que se sequen sobre un radiador o algo así, las dejas embutidas debajo de algún albornoz colgadas sin que puedan airearse. Odio como huelen.
Agggg
Cuando vuelva a oír a alguien que las toallas no se lavan, que te secas con ellas cuando ya estas limpio y por eso no se ensucian, ¡¡Dios, me encargare de amordazarle con una de esas pestilencias hasta que se asfixie!!
miércoles, 27 de febrero de 2008
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